Re: LOS CHISTES DE LA SEMANA
MensajePublicado:Vie Mar 11, 2011 4:45 pm
¡¡Venga que es viernes!!
Un representante de la Consejería de Agricultura visita una finca y habla con su dueño, un señor ya entrado en años.
Le dice al dueño que desea inspeccionar sus recursos acuíferos. El anciano le dice que perfectamente, pero que por favor no pasase por el terreno cercado.
El representante, demostrando su autoridad como digno funcionario guapo y apoyado, le dice:
- Mira, viejo: yo tengo la máxima autoridad de gobierno que cabalmente represento, y este 'CARNÉ' que tu ves aquí me califica para ir DONDE ME DE LA GANA, meterme en cualquier propiedad que ME DE LA GANA, sea ésta de quien sea, SIN PREGUNTAS, y tampoco debo dar respuestas. ¿ME HA ENTENDIDO o es que no me he sabido explicar?
El viejo simplemente se encogió de hombros y siguió con sus quehaceres.
Pasado un rato, el ganadero escucha unos gritos y logra ver al empleado corriendo por su vida, seguido muy de cerca por un toro semental. El toro va ganándole terreno y el tipo, aterrado pide ayuda a todo pulmón.
El viejo de inmediato deja todo lo que estaba haciendo y va hasta la cerca, gritándole a su vez:
- ¡EL CARNET... JODER... EL CARNET... ENSÉÑALE EL CARNET!
Un representante de la Consejería de Agricultura visita una finca y habla con su dueño, un señor ya entrado en años.
Le dice al dueño que desea inspeccionar sus recursos acuíferos. El anciano le dice que perfectamente, pero que por favor no pasase por el terreno cercado.
El representante, demostrando su autoridad como digno funcionario guapo y apoyado, le dice:
- Mira, viejo: yo tengo la máxima autoridad de gobierno que cabalmente represento, y este 'CARNÉ' que tu ves aquí me califica para ir DONDE ME DE LA GANA, meterme en cualquier propiedad que ME DE LA GANA, sea ésta de quien sea, SIN PREGUNTAS, y tampoco debo dar respuestas. ¿ME HA ENTENDIDO o es que no me he sabido explicar?
El viejo simplemente se encogió de hombros y siguió con sus quehaceres.
Pasado un rato, el ganadero escucha unos gritos y logra ver al empleado corriendo por su vida, seguido muy de cerca por un toro semental. El toro va ganándole terreno y el tipo, aterrado pide ayuda a todo pulmón.
El viejo de inmediato deja todo lo que estaba haciendo y va hasta la cerca, gritándole a su vez:
- ¡EL CARNET... JODER... EL CARNET... ENSÉÑALE EL CARNET!