CarlosT escribió:Daníssimo escribió:Jojojo, gran post. Lástima que yo no he currado en talleres mecánicos y no puedo aportar. Tengo para parar un tren, pero de mecánica ninguna.
Jajaja no tienen porque ser de mecanica jeje
Pues mira, yo con el h. d. p. de un jefe que tuve, la peor persona que he conocido en mi vida, tengo mil anécdotas, voy a contar una en la que me dio la risa en mitad de un accidente:
Mi jefe tenía muy mala uva (injustificada, ya venía de serie con ella cada mañana, no es que se le pusiera mala a medida que la jornada fuese complicándose). Ya no es que fuese sólo el jefe, es que era el dueño de la empresa, y creía que nada iba a funcionar si no pasaba antes por él. Cualquier decisión por pequeña que fuese tenía que darla él. El tío no tenía vida, se pasaba la vida currando allí. Desde su despacho había un ventanal que permitía ver la planta (y donde no alcanzaba tenía cámaras que controlaba desde su ordenador, aunque creo que es ilegal). Yo estaba de encargado supervisando la producción y en una de las secciones se fabricaban embalajes de madera. El caso es que un operario tuvo un percance con una pistola y se atravesó la mano con una punta. El fulano empezó a gritar de dolor, yo cuando lo ví le dije "tranquilo, voy a hablar con el jefe y te llevamos a urgencias" y subí corriendo al despacho del jefe para avisarlo y pedirle las llaves de los coches de la empresa, que como no, guardaba él.
Peeeero... el jefe estaba reunido con el de contabilidad y yo lo sabía, y sabía también que no se debe interrumpir una reunión, pero esto era una emergencia, obviamente. Así que di unos toques en la puerta por educación y abrí sin esperar a que me dijera "adelante" porque lo conocía de sobra y sabía que no me lo iba a decir al estar reunido, en plan "no te digo adelante porque molestas, maleducado". En fin, di los toques, abrí y dije:
- Perdón sé que interrumpo, pero... (iba a continuar diciendo que era una emergencia y explicar el suceso pero el jefe no me dejó seguir:
- ¿Si sabe que interrumpe por qué lo hace? Váyase. -Y dejó de verme y siguió con el contable.
- Es que...
- ¡Es que nada! Usted mismo lo ha dicho, está interrumpiendo, lárguese.
- Pero escuche...
- ¡Pero nada! - esto ya a grito pelado. Así estuvimos rato, yo intentando empezar a hablar, y a la que escuchaba mi voz soltaba alguna barbaridad para que me callase. Yo es que no me podía creer la situación así que me quedé allí en silencio sin irme para ver si así me hacía caso, ya que hablando no se dejaba enterar... y tras un minuto largo se cansa de ignorarme y vuelve a levantar la cabeza en tono desafiante y me dice:
- ¡¡Pero sigue usted ahí!! ¿Usted aparte de maleducado es que es subnormal o qué? - Aquí ya me di cuenta que estaba pasando el tiempo con nuestra discusión y veo por el ventanal al fulano retorciéndose de dolor con la punta atravesándole la mano mientras el otro me insultaba... y de lo surrealista que me estaba pareciendo todo y de imaginar la cara de imbécil que se le iba a quedar al jefe viendo el espectáculo que estaba montando sin razón me dio la risa. Ahí ya el jefe se levantó:
- ¡¿De qué coño se ríe, me está desafiando, cree usted que me puede vacilar?!
Ahí ya fue cuando me dije, ya está bien, ya pasó demasiado tiempo, y empecé yo a gritos con el jefe:
- ¡Pero déjeme hablar de una puñetera vez! Sé de sobra que cuando está reunido no se le molesta, por eso si estoy aquí será por algo urgente, ¿no? Lo que estoy intentando decirle y que usted no me deja es que Juan tuvo un accidente, tiene desde hace un buen rato ya una punta clavada en la mano, mírelo. - El jefe se pone a ver por el ventanal y ve al fulano con cara de "¿qué coño estáis haciendo cabrones que lleváis media hora berreando mientras me retuerzo yo aquí?". Ahí ya mi jefe se quedó rojo de ridículo y sólo le dijo al contable:
- Coja las llaves del Saxo y llévelo a la mutua, rápido.
Después ni perdón ni disculpas ni nada, por supuesto, eso era típico de él. Lo recuerdo mallado porque me pareció una historia increíble, cada vez que recuerdo las caras de los protagonistas...